viernes, 10 de enero de 2014

Capitulo 2 (2ª parte)


-¡Ay Dios! ¿Cómo que no puedes?

-No. Me tacharían de cobarde y es lo que menos necesito en estos momentos. A ver, hemos comenzado con mal pie. Hagamos un trato, yo te llevo hacia el lugar ese que necesitas ir para llevar a cabo tu misión y tú a tu vuelta le hablas de mi a mi madre y todos como un caballero honorable digno de la mayor honra y esas cosas.

-No entiendo nada. Primero me insultas e insultas a toda mi familia y lo que es más grave, dices no reconocer la ley divina por la que yo y todos los de mi familia gobernamos Gadeira, algo así como una sublevación hacia tu reina.

-Princesa, aún no eres reina.

-Sea lo que sea estoy por encima tuya, ¿No te parece?
 En fin, y cuando te digo que des media vuelta quieres no se qué, de que hable bien de ti con el fin de sabe dios que. Bien empezamos, estoy por volverme y dar parte ahora mismito. ¡Pero de todo lo contrario!

-No exactamente. Es un trato.

-¿Crees que se puede hacer tratos con la realeza? Más bien te vuelves y yo por ser hijo de quien eres no doy parte de que te metan en calabozos por traidor. ¿Qué te parece ese trato?

-En serio, disculpa, no he tenido unos días muy agradables que digamos. He tenido algunos problemas y todo el tema de aquella guerra, la muerte de mi padre y mi familia no despiertan en mí los mejores deseos hacia tu familia. Pero por favor, necesito llevar a cabo este trabajo, lo necesito.

-¿Qué te ha ocurrido y por qué tienes tanto interés en esto?


-Es largo y difícil de explicar.

jueves, 26 de diciembre de 2013

Capitulo 2 (1ª parte)


Al principio aún con la capucha puesta no logré distinguir ningún rasgo del hombre.

-Venga baja. ¿No querías comer?

En ese momento se descubrió y pude ver sus ojos negros que nada tenían que ver con los de mi Ama, el cabello castaño sin rastro de la melena rubia de su hermana y unos rasgos varoniles, eso sí, como los de Dorian, pero sin su total rudeza, como con un cierto aire de estar a medio camino entre el niño y el hombre.

-¿Se puede saber qué miras?

-Intentaba sacarte algún parecido con tu familia.

-Pues pierdes el tiempo. Todos dicen que me parezco a mi padre, al cual, dudo que conocieras ya que murió en combate intentando salvar tu estúpido reino.

-Mi reino no tiene nada de estúpido.

-Pues en esa época lo tuvo y muy estúpido por cierto, una estúpida guerra que se saldó con la vida de miles de aldeanos y caballeros valientes, para que tú pudieras gobernar. Cosa que ya que lo mencionamos debías de estar haciendo y no esconderte por los bosques como veo que haces.

-Yo no me escondo, y para tu información mi padre también murió en esa guerra, es más toda mi familia, excepto yo, murieron por culpa de esa guerra. Y si me preguntases, sí, a mí también me parece estúpida, de hecho hubiera preferido perder mi reino que crecer sola.

-Es fácil decir eso cuando has vivido llena de comodidades y con un sequito de hombres y mujeres a tus pies que darían su vida por ti. Y todo por nacer con un apellido distinto al mío, porque eso de “por la  gracia de Dios” ¿Acaso Dios puso en algún sitio el nombre de tu familia y quitó el de la mía?

-Si tanto nos odias a mí y a mi familia. ¿Qué demonios haces aquí? ¿Por qué te embarcaste en esta historia y accediste a protegerme?

-Yo no accedí a nada niña, esto es un doble castigo.

-Pues vete, aún estamos cerca. Avisa a tu madre y que mande a Dorian en tu lugar.


-No puedo.

lunes, 23 de diciembre de 2013

Capitulo 1 (8ª Parte)


Me monté. Estuve escondida en la carreta hasta que por fin amaneció y estábamos lo suficientemente lejos como para que nadie me viera. Miré al misterioso hombre con curiosidad en el pescante para poder detectar algún atisbo de familiaridad. ¿Se parecerá a Dorian, fornido, alto y caballeroso hasta el extremo? Y quizás tenga los radiantes ojos verdes de mi Ama y el cabello dorado de Kyara. Sólo alcanzaba a ver la capa negra que lo cubría por completo y en ningún momento hizo ademan de querer volverse. ¿Sabría que yo iba en la carretilla?

Sería ya medio día cuando mis fuerzas se estaban debilitando, no había comido nada. Ese hombre tenía que parar o me desmayaría.

- Perdona, pero tengo hambre ¿Por favor, podríamos parar a comer algo?
-La primera princesa que oigo pedir algo por favor.

Me contestó sin volverse.

-Las cosas se piden por favor que yo sepa, ya seas princesa o mendiga.


De repente paró la carreta y desmontó del pescante.

viernes, 20 de diciembre de 2013

Capítulo I (7ª parte)


Todo fue a pedir de boca en la ceremonia de investidura. Tras ella mi Ama me preparó ropa de abrigo y partí al alba.

Mi sensación era una mezcla de sentimientos que iban desde el más absoluto miedo hasta la más imperiosa felicidad. Me adentraba en un camino lleno de misterios y dudas en el que mi destino era encontrar a un hombre que me asaltaba en sueños y del que nada sabía. Sigue las señales que te irá mandando, me dijo Adamaris la anciana.

-No irás sola Luna, en tu camino te acompañará mi hijo menor Christopher.

-¿Christopher? Ama no sabía que además de Dorian y Kyara tuvieras un hijo menor.

-Christopher se ha criado con mi hermano en un pequeño pueblo ganadero de las afueras, según mi hermano tiene cierta habilidad con la espada y nadie lo conoce. Sé que Dorian es uno de los mejores guerreros de tu guardia y goza de tu total confianza, pero corríamos el riesgo de que al echarlo en falta justo en el momento en que se anuncia una larga enfermedad para nuestra gobernanta que la mantendrá en cama sin ningún contacto con el mundo exterior, el pueblo se hiciera preguntas y conjeturas fuera de lugar. A Christopher nadie lo conoce por aquí así que nadie lo echará en falta.

-¿Y tu hermano? Después de tanto tiempo ocupándose de él ¿No ha preguntado a que se debe su marcha?


-Ahí está, corre móntate tras la carreta y salid del reino. Ahora iréis hacia el sur, pero recuerda el destino lo irás marcando tú.

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Capitulo 1 (6ª parte)


En efecto, de la cocina sale a recibirnos una anciana de pelo blanco ataviada con una túnica negra a la que mi Ama se refirió como Adamaris, la anciana.

Adamaris la anciana, me miró con sus ojos ciegos y preguntó: ¿Es ella la que ves más allá? Siéntate.

Nos sentamos las tres a una mesa redonda y comenzó diciendo:

-          Me dijo tu Ama que tus sueños son especiales. Dime niña ¿Qué ves en ellos?
-          No los veo, los siento. Veo a un hombre. Lleva una Э al revés al cuello. Sus ojos son negros y sus labios carnosos. Pero no logro ver más.
-          Haz de encontrarle.
-          Pero ¿Y si no existe?
-          Existe. Y tú estas perdida sin él y él sin ti. Tienes un reino que gobernar y sin él no lo conseguirás.

-          Adamaris, no dudo de tu sabiduría, pero Luna toma hoy posesión de su cargo oficialmente.

lunes, 16 de diciembre de 2013

Capitulo 1 (5ª Parte)

Atravesar el bosque ataviada con el vestido y el abrigo largo enredándose entre ramas secas y sin saber el rumbo cierto de dónde dirigirme se hacía cada vez más tedioso. ¿Falta mucho Ama? Le pregunto cada diez minutos, para ver si así consigo desesperarla y hacerle al fin decirme cual es mi destino. Pero ella no suelta prenda, se limita a decirme con mirada severa: No seas impaciente, Luna.

La paciencia nunca fue uno de mis valores. Andamos, andamos y andamos hasta llegar a una casita de madera en medio del bosque. Ama llama a la puerta. Nos abren. Antes de entrar escucho algo. Me vuelvo, no veo nada. Otra vez, nada, serán imaginaciones mías. 

De las paredes cuelgan todo tipo de cosas extrañas: cabello humano,  animales muertos, plantas secas y demás objetos que me hacen presagiar que aquella casita no pertenece a una anciana adorable. 

viernes, 13 de diciembre de 2013

Capitulo 1 (4a Parte)


Amanece con la sensación agridulce de siempre, aún en mis labios su sabor. Cada vez se hacen más intensos estos sueños.

Hoy vendrán a arreglarme antes, hoy se supone es un gran día, hoy cumplo dieciséis, hoy alcanzo la edad en la que por fin podré gobernar. Un reino en la ruina, un reino que nada se parece al que fue. Un reino con una reina sumida en sueños. ¿Qué piensan que puedo hacer por ellos? Vivo entre sueños, anhelando a un hombre al que siento en quimeras, del que solo sé que lleva al cuello el símbolo Э, que ni tan siquiera he logrado averiguar que simboliza, aún habiéndome pasado días y días en la biblioteca buscándolo en libros y libros de todo tipo. ¡Ah! También sé que tiene los labios gruesos, los ojos negros y la piel caliente.


Ya vienen. Vestido rojo de ceremonia y abrigo con capucha blanco.