Amanece con la sensación agridulce de siempre, aún en mis
labios su sabor. Cada vez se hacen más intensos estos sueños.
Hoy vendrán a arreglarme antes, hoy se supone es un gran
día, hoy cumplo dieciséis, hoy alcanzo la edad en la que por fin podré
gobernar. Un reino en la ruina, un reino que nada se parece al que fue. Un
reino con una reina sumida en sueños. ¿Qué piensan que puedo hacer por ellos? Vivo
entre sueños, anhelando a un hombre al que siento en quimeras, del que solo sé
que lleva al cuello el símbolo Э,
que ni tan siquiera he logrado averiguar que simboliza, aún habiéndome pasado
días y días en la biblioteca buscándolo en libros y libros de todo tipo. ¡Ah!
También sé que tiene los labios gruesos, los ojos negros y la piel caliente.
Ya vienen. Vestido rojo de ceremonia y abrigo con capucha
blanco.
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