Capitulo 3 (Parte 3)

En nada de tiempo me vi rodeada de espejos. Al principio ninguno reflejaba nada, estaban como vacios, pero después de una hora, cuando casi me doy por vencida en el del centro comenzó a verse un rostro, era una mujer, era mi madre, tal y como la recordaba. Me sonrió y más tarde me dijo: Antes de que sea demasiado tarde, Luna. Y dejaron de reflejar y volvieron a estar vacio.

¿Qué quiso decir con eso? ¿Antes de que sea demasiado tarde qué? Otro enigma sin resolver, otra pregunta sin respuesta. Comenzaba a estar cansada de todo esto, pero mi corazón me decía que no debía parar.

-          ¿Qué has visto? ¿Te dieron respuestas los espejos?

-          No Christopher no. Me mostraron más preguntas sin respuestas. Así que reanuda el camino hacía donde te dicte tu corazón.

Capitulo 3 (Parte 2)

Ya temprano reanudamos nuestro camino en carreta. A medio camino mi incertidumbre me asaltó ferozmente y decidí saber hacia dónde nos encaminábamos.

-          ¿Hacia dónde nos dirigimos?

-          Hacia tu lugar de los espejos.

-          ¿Y cuál es ese lugar?

-          Antanacló. Es una pequeña aldea famosa por sus espejos mágicos.

-          ¿Espejos mágicos?

-          Sí, así los llaman. Pero en realidad no tienen nada de mágicos. Están hechos con un tipo de cristal que no refleja la imagen que tienen delante sino la verdadera esencia de esa persona, es decir, todo aquello que no se ve a simple vista en la persona.

-          ¿Y eso me ayudará a saber más acerca del hombre de mis sueños?

-          No sé, según tú los sueños son pistas. Algo habrá allí que te lleve hacia él ¿No?